sábado, 15 de julio de 2017



David Purley 1





Breve historia y humilde homenaje a un héroe.







David Purley nació en Bognor Regis, en la pintoresca costa sur de Inglaterra, el 26 de enero de 1945; en días en que la esperanza del final de la segunda gran guerra se empezaba a hacer realidad.

Purley pasó seis años en el ejército británico como soldado de elite en las tropas de paracaidistas y durante esa estancia, sobrevivió en un accidente que pudo terminar en tragedia al fallar su equipo durante un salto.

Purley sentía una fuerte atracción por las carreras de autos y tras alejarse del ejercito, se inició en el mundo automovilístico en 1968, incentivado en parte, por las hazañas de Derek Bell, ganador de cinco ediciones de las célebres “24 horas de Le Mans”.

Bell, era de la misma zona del país que Purley y por aquellos años debutaba en la F1 después de destacarse dentro del automovilismo británico.

Con el correr del tiempo, Purley comenzó también a sobresalir en la competición y durante su participación en la Fórmula 3 británica, compartió las pistas con otra figura en ascenso del automovilismo británico de comienzo de los setenta, Roger Williamson.

Purley, hizo su ingreso a la F1 gracias al soporte financiero que significaba ser hijo de un empresario en la industria de los refrigeradores en Gran Bretaña.

Su empresa, Lec, fue quien le facilitó el alquiler de un monoplaza construido por March, la fábrica con sede en Bicester.

El debut de Purley en la máxima categoría se concretó en la carrera de Mónaco de 1973 y en el GP de Gran Bretaña de ese mismo año, se produjo el arribo a la F1 de Roger Williamson, también a bordo de un monoplaza construído por la casa March.

Sin embargo, ni Purley ni Williamson pudieron tomar parte de la largada definitiva del GP británico aquel día en Silverstone. Tras el primer lanzamiento de esa carrera y cuando completaba el primer giro, Jody Scheckter perdió el control de su McLaren, originando un accidente que involucró a otras once máquinas, entre las que se encontraban las de Williamson y Purley.

Para disputar un nuevo gran premio, tuvieron que esperar al 29 de julio, cuando en la pista de Zandvoort, sede del GP de Holanda, pudieron tomar parte de la carrera, otra vez con sendos March. Un día que finalmente sería el último para Roger Williamson y que marcaría para siempre la vida de David Purley.

Apenas iniciada la carrera, Williamson y Purley superaron a Graham Hill y a George Follmer, ocupando entonces posiciones intermedias y transitando a corta distancia entre sí, con Williamson delante de Purley.

En la octava vuelta, aparentemente por un problema originado en la suspensión delantera o un neumático, el March de Williamson se despistó golpeando violentamente contra las barreras de protección y tras el impacto, giró varias veces a enorme velocidad sobre sí mismo hasta detenerse con las ruedas hacia arriba.

A pesar de todo, Williamson sobrevivió al tremendo impacto y sólo tenía heridas leves. El inglés estaba consciente y luchaba con toda su fuerza por salir de la trampa mortal en la que se convertiría su auto, pero se le hizo imposible escapar de su posición e inmediatamente, comenzaron a salir llamas desde la zona del motor de su March.

Purley, al ver el accidente, comprendió enseguida la gravedad del hecho y ante ese panorama, decidió detenerse y correr hacia el auto de su colega que empezaba a ser rápidamente envuelto por el fuego.

La secuencia de fotos, de diverso orígen, muestra el accidente de Williamson y la acción solitaria y heróica de Purley.





































































Finalmente, su desesperado esfuerzo no alcanzó para salvar la vida Williamson.

Aquí, en éste recordatorio, un humilde homenaje a aquel hombre que puso en riesgo su vida para salvar la de otra persona, y de ésta forma, también homenajear de mi parte a todo aquel que ha hecho lo mismo de las más diversas formas, mayoritariamente en total anonimato.





Angelo Garzoglio

Dentro del automovilismo deportivo, no quiero dejar de recordar a Angelo Garzoglio.
Garzoglio, en el Rally de Piacenza de 1976, después de un accidente en el que el Lancia en el que participaba como copiloto de Mauro Pregliasco se incendiara, logró escapar del auto siniestrado, pero al advertir que Pregliasco estaba atrapado en el interior, regresó a la máquina envuelta en llamas para salvar la vida de su compañero. 
Garzoglio consiguió rescatar vivo a su compañero, pero sufrió quemaduras que le costaron su propia vida tras días de permanecer internado.




Angelo Garzoglio (1948 - 1976)


No hay comentarios:

Publicar un comentario